
Una tarde, mi amiga pintora y psicóloga Susana Neuhaus, me invito a su taller y nos quedamos toda la tarde conversando de su obra, en ese momento preparaba una exposición sobre Cortázar.
Al despedirme advertí un cuadro en un rincón de cara a la pared, era esa figura que adoptó el mismo nombre del libro.
Susana desde aquí, públicamente te agradezco.
Patricia
1 comentario:
Me gusta mucho tu blog,me gusta lo que escribis, me gustaria que dejes tus comentarios en mi blog yo estoy recien empezando con esto de las poesias y seria bueno que dejes tus criticas.
Me permitis tenerte entre mis blogs favoritos???
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